Los que contraten una hipoteca variable para financiar la compra de su nueva vivienda pagarán unas cuotas muy baratas, pues el euríbor (que es el índice al que se liga el interés de estos productos) cotiza en mínimos históricos: -0,359% en agosto y bajando. De hecho, ya hay quien se pregunta si sería posible llegar a tener un interés negativo en caso de que esta referencia continúe en caída libre. Desde el comparador financiero HelpMyCash, sin embargo, aclaran que esto no es posible en préstamos firmados a partir del 16 de junio de 2019.
Las nuevas hipotecas no pueden tener un interés negativo
El motivo es simple: ese día entró en vigor la Ley 5/2019 reguladora de los contratos de crédito inmobiliario. El apartado cuatro de su artículo 21 establece claramente que “el interés remuneratorio de dichas operaciones [de las hipotecas] no podrá ser negativo”. Por lo tanto, en caso de firmar ahora un préstamo hipotecario a tipo variable, su tipo nunca podrá ser inferior al 0% por mucho que baje el euríbor.
De todos modos, los expertos de HelpMyCash afirman que es muy complicado que se pueda dar este escenario. Y es que las hipotecas variables que se comercializan actualmente tienen un diferencial de alrededor del 1%, así que el euríbor tendría que caer por debajo del -1% para que el interés pasara a ser negativo. Conviene recordar que el mínimo histórico de este índice apenas se acerca al -0,4%.
¿Qué pasa con las hipotecas firmadas antes de 2019?
Cosa distinta es lo que puede ocurrir con aquellos préstamos a tipo variable que se firmaron antes de 2019; especialmente los formalizados entre 2005 y 2010. Por aquel entonces, el diferencial medio rondaba el 0,35%, así que los clientes que contrataron hipotecas con esos precios sí podrían disfrutar de un interés negativo.
Ahora bien, en estos casos habría que revisar si el contrato limita de alguna manera el interés aplicable. Y es que, para curarse en salud, diversos bancos añadieron un tipo mínimo a sus hipotecas variables del 0%, equivalente al diferencial, etc. Si esta limitación se incluyó con transparencia, el préstamo no puede tener un interés negativo.
En cambio, si la hipoteca no cuenta con un tipo mínimo, el interés sí puede ser negativo si la suma del diferencial y el euríbor da un valor por debajo del 0%. Su aplicación supondría, por lo tanto, que el banco reste los intereses negativos devengados de la cuota a pagar hasta la siguiente revisión, que se compondría íntegramente de capital devuelto.
¿Pueden reclamarse los intereses negativos?
Es probable, no obstante, que la entidad se resista a “pagar” esos intereses negativos y que, simplemente, aplique un tipo del 0%. Si se da este escenario, el cliente puede reclamar que se cumpla el contrato y se le aplique el interés negativo correspondiente, ya sea a través del Servicio de Atención al Cliente del propio banco o de un juzgado.
Antes de hacerlo, eso sí, desde HelpMyCash aconsejan valorar si merece la pena invertir tiempo (y quizás dinero) en interponer esas reclamaciones. Dada la cotización actual del euríbor, el interés negativo no puede tener un valor demasiado bajo (solo de unas pocas décimas), así que las sumas a recuperar serían, en todo caso, relativamente reducidas.
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